sábado, 28 de julio de 2007

CCCIII... Ritman "Leyenda"

semana: 6-7-2007
tema: Soy Leyenda
ganador: Ritman
título: LEYENDA

Cada colectividad organizada y cada grupo , organizado o no, tiene el justo derecho y la sana ambición de ser tan grande como sus leyendas.

Considerando eso,no éramos un gran ni sano grupo, aunque hubiera que considerar que estábamos en un bar ( de buena muerte, como Tubo decía, pero en un bar al fin y al cabo ) y que, a pesar de nuestras ínfulas filosóficas y literarias, al final íbamos allí,más que nada, por la cosa del humo y el alcohol, que es por lo que la gente indecente va a los bares.

Y la conversación.

Sin embargo nuestra leyenda, nuestra leyenda tan pequeña como nosotros, ridículos liliputienses, apenas saludaba con la cabeza, se iba a su rincón de la barra y pedía un cubalibre al grito de “¡Viva Castro!” Lo engullía de un trago y luego, más pausadamente, uno detrás de otro hasta veintinco más...en algunos casos.

Lo que oyen,amigos...Hasta veinticinco le hemos contabilizado en algunas tardes noches en las que nosotros, (sí,los pequeñitos, ya casi groggys al tercer gin-tonic), comentábamos con voces inestables la asombrosa sobriedad de aquel hombre después de siempre más de una docena de cubalibres que sabíamos generosamente cargados. Y tengo que decir que, más que por el mucho,por el buen y bien beber que tenía, acabó convirtiéndose en nuestro héroe y deseábamostodos los días verle llegar con una emoción cuasi adolescente .Lo cual, visto el lugar en donde tristemente tienen hoy día los adolescentes las euforias del alcohol ,no estaba mal traído.

Pero ya le dije que lo que admirábamos era su aguante. Y tampoco venía todos los días.- ¡Pero los que viene, carga!- apuntaba Steady, que era el encargado de llenarle el depósito y que cada vez que le veía traspasar la entrada se dirigía a nosotros con ojos cómplices y susurraba aquello de “ Y en esto llegó Fidel”.

Una vez hablamos con alguien que le conocía, un vecino de su barrio. Y nos enteró de algo sorprendente. El hombre- de acuerdo,vamos a llamarle Fidel- no tenía tan buena salud como aparentaba . Se estaba medicando para la tensión y el colesterol, padecía frecuentes colitis y parece ser que su sangre ( 6% de sangre en alcohol según nuestros exagerados cálculos) no circulaba todo lo bien que debiera.

¿Qué pasa entonces con nuestra leyenda? ¿Se estaba matando?¿Bebía para olvidar? ¿O tal vez para recordar, según de su grito se deducía, un pasado bermellón filocastrista?

Pasamos unos días bastante incómodos con nuestro mito.Porque un mito con diarrea, dígase lo que se diga, es como menos mito y pierde seguramente solidez. Con todo y con eso si hubiera desaparecido , si no le hubíeramos vuelto a ver desde ese día, e incluso,mucho mejor, si hubiera muerto, con lo mucho y bien que la muerte prematura conviene a una leyenda, el bueno de Fidel hubiera mantenido en nuestros corazones su alto status y aquel altar en nuestro recuerdo.

Lo que pasó es que, apenas unos días después de aquella revelación, nuestro hombre llegó, fue directamente a la barra, gritó su Viva Castro y pidió y consumió, uno tras otro, dieciseis botellines de agua mineral. Suficiente para colmar nuestro asombro, que, definitivamente desbordó el vaso al ver que con cada botellín pedía también un cuba libre. Y al tiempo que bebía su agua, con la otra mano iba vaciando el vaso de liquido marrón en la papelera.

Luego pagó y fuese. Y no hubo nada,más que idem,por la sorpresa Pero cuando la escena se repitió hasta tres veces más,en días alternos, al bueno de Steady, que tampoco es precisamente un dicharachero,le vinieron las ganas de comunicarse con el poco comunicativo cliente.

-No es que quiera meterme en su vida, señor. Usted me paga religiosamente...pero..¿por qué tira los cubatas?

El otro se lo dijo.

-El médico me ha prohibido ,radicalmente esta vez, el alcohol. Bajo pena de muerte, vamos. Como tantas veces. Sólo que esta vez he decidido hacerle caso.

-Ah...ah...-Steady estaba desconcertado- Eso explica lo del agua.Pero...¿pedir cubalibres para derramarlos en la papelera?

-Bueno-dijo el otro- Usted sabe lo que yo he sido . Usted mejor que nadie,pero en otros sitios también y en otros locales conocen mi aguante con la bebida.Ahora eso se acabó, ahora me ha pasado lo peor que puede pasarle a un mito...

Se quedó mirando al barman , esperando a que este completara la frase. Pero Steady no debía saber la respuesta porque la pregunta pasó a un invisible pivot que la reboteó hasta los labios húmedos de Fidel

- Sobrevivir a su propia leyenda. Por eso pidolos cubalibres, porque ahora me paseo por ahí arrastrando mi propia leyenda. Y cuando llego a las barras pido agua para mi y alcohol para ella,para mi leyenda y se la doy a beber en el lugar donde ella está,donde mi mito y mi fama han caído: la papelera.

Dicho lo cual nuestro mito , tambaleándose, ( iba a ser que le embriagaba el agua) caminó hacia la puerta y desapareció para siempre con un andar tan débil y cascado como el que creo recordar también tenía por aquellas fechas su admirado Fidel, aquel al que siempre daba vivas incluso ahora que había llegado a ser,como él, una leyenda muerta.

fgm
10/07/2007, 23:36

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