martes, 31 de julio de 2007

CCCIV... Estresado "Es horrible no poder estar triste" y Blanka-L "Para Chandler"

semana: 13-07-2007
tema: EL LARGO ADIÓS
ganadores: ESTRESADO: "Es horrible no poder estar triste"
BLANKA-L: "Para Chandler"




o Estresado

ES HORRIBLE NO PODER ESTAR TRISTE.

A veces, sin proponértelo, la tristeza te abraza, te pule los labios, te baja el telón de la mirada. Y en ese instante no te explicas por qué no tendrás alas para comenzar a planear por el país de Nuncajamás y ver a tus pies que todo es insignificante. No sé; de vez en cuando se meten en el cuerpo una docena de duendes bromistas y te zarandean como a una patera. Desearías llegar al puerto de la tristeza como llegó Robinson a la isla desierta sin saber que Viernes y otros ya habían llegado antes que él.
Tuve esa sensación cuando abandoné Venecia. O quizá nunca estuve en Venecia o quizá nunca la abandoné. Da igual. Lo cierto es que vivo el largo, el interminable arrivederci de sus calles de agua, sus góndolas de colores y sus campanadas de bronce que caen sobre la plaza como si los moros fueran repartiendo el tiempo entre los visitantes, esta hora para ti y esta para ti y estos minutos para vosotros.
No es posible sentarse en el café Florián y no vivir el sufrimiento de no poder estar triste, de no beber una ración de melancolía junto con el capuccino espumoso; no es posible subrayar un momento de sublime felicidad con la tristeza más profunda. Miras a tu alrededor y no ves nada, sólo a Valentine, su nariz mínima, sus ojos achinados, dos almendritas, una a cada lado de la nariz, esos pómulos que se elevan en el desierto de su cara como dos dunas, y ese cuello clásico, de mármol de Carrara, que aguanta el templo de su frente y la melena indiscreta de sus pensamientos. Y el pájaro de su mano prisionero en la mía.
¿No es posible comprar un minuto de melancolía para subrayar hasta el infinito la felicidad total, oler el ungüento del amor, sentir la dentellada del deseo destructivo; las ansias de estar siempre en ese lugar, de transformarte en ese lugar?
Y mientras, lejano, oculto tras una pilastra, el altavoz canta con la punta de los dedos “My Funne Valentine”, estirando la trompeta de Chet Baker como quien saca con forceps la melancolía del bronce bruñido y desgastado.
Es horrible no poder estar triste, melancólico, abandonado, perdido. Es horrible no subrayar ciertos momentos con el dolor de la ausencia, con el largo vacío del adiós.
Es horrible, lo sé, lo he probado. Fue cuando estuve en Venecia en la plaza de san Marcos con Valentine. Lo recuerdo tan bien, fue tan cierto que ya no sé si es verdad o es todo un irresponsable y sumiso y larguísimo olvido.


Archivado en: Hablar de uno es un modo elegante de acultar la propia biografía.
16/07/2007, 10:01




o BLANKA-L
o
Re: TINTERO VIRTUAL CCCIV- Para Chandler
¿Cuántas veces voy a tener que matarte, muchacho? - Damiano Capulillo miraba con la boca abierta a su enemigo Jamontesco que se había arrancado el puñal que él le había hundido entre las costillas, hacía un ruido raro PFUIIIIII como si el aire que tragaba por la boca se le escapara por el agujerito... y de todas maneras se estaba levantanddo tan alto, grandullón y echando tantas pest4es por la boca como si nada le hubiera pasado.
- Por la Minerva Minesota, qué buenas son estas mallas recauchutadas¡¡¡¡ - sonrió Jamontesco, que bendecía el d34escubrimiento de las Américas y sus matojos caucheros desde lo más profundo de su corazón salvado - ¡Ahora verás, Capulillo! ¡Prepárate a reunirte con tus antepasados!
Y arremetió con su daguita corta recamada de topacios que había pasado de generación en generación de Jamontescos siempre con la finalidad de hundirse en carne Capulilla, aquellos enemigos fementidos, aquellos infames enemigos de todo lo sag5rado, de la República, de las muejres, y además, además, enemigos de siempre de la gens Jamontesca de bello escudo nobiliario.
Damiano Capulillo sabía que a su enorme enemigo sólo podía matarlo con mucha suerte, porque los Capulillos sienmpre se habían distinguido en inteligencia y en valor, mas no en largueza de cuerpo, y aquel Jamontesco en concreto era lo peor que había producirdo Verona a lo largo de cuatro siglos que llevaba la pendencia familiar. Cuartrocientos años de doncellas ligeras y jovencitos demasiado guapos habían dado a las dos familkias cuatrocientosmil motivos para que la pelea no cesara.... Pero esta tenía que cesar, porqu4e esta pelea era la única que le interesaba a Daminao Capulillo. Matar, o morir¡¡¡ Un golpe de suerte, es decir, un golpe bajo, para entenedernos, era su única ocación y buscó un hueco por debajo del cinto pneumático de su enemigo, y allí donde le pareció que había posibilidades, que había monteci8llo, allí hundió Damiano Capuleto su puñal de emergencias, este sin gemas preciosas pero con una hoja de acero de Albacete de diez centímetros.
AAAAAAAAAAARRRRRRRRRRGGGGGGG ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
El maldito Jamontesco cayó como caen los Michelines: hacia dentro.
¡Por fin la larga tragedia había acabado! Una vez abolida la capacidad genésica del último de los Jamontescos, ya NUNCA habría otro Romeo. ¡No más Romeos! Felicidad para las chicas, y Capulillo sonrió imaginándose un mundo de chicas felices corriendo detrás de su fino cuerpecito y encantador bigote, una vez que no hubiera grandullón alternativo. Le pegó una patada al Michelín que se retorcía en el suelo.
El gigantón pateado sacó sus últimas fuerzas, apoyó las manazas en el suelo e imprimió un movimiento de giro a su cuerpo recauchutado y echó a rodar. Al mismo tiempo, mordió la pierna de su feliz enemigo.
GRRRRRRRR - rugió con la boca llena de pantorrilla (quería decir: ¡Tú te vienes conmigo!)
Y los dos se marcharon caller abajo rodando espantosqamente hasta que cayeron al río, donde ambos dos se ahogaron felizmente y así, despu´es de dcuatrocientos años, pudimos decir por fin el adiós definitivo, largo adiós, a la vieja historia veronesa que nos tenía el seso tan sorbido.



18/07/2007, 21:28

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