viernes, 28 de septiembre de 2007

CCCXII... Mens-Curiosa, "El encuentro"

semana: 15-09-2007
tema: "El secreto es el rey, cuídalo"
ganadora: MENS-CURIOSA
título: El encuentro

Catorce hombres de honor se congregaron en una noche sin luna en la más oscura de las estancias del castillo de su rey. Aunque la mayoría de ellos era de condición militar (oficiales de caballería, soldados de a pie y hasta vigilantes de las torres amuralladas), también les acompañaban dos clérigos de alto rango, obispos.
Aguardaron con nerviosismo la llegada de las dos personas que habían convocado la reunión, y que no tardaron en aparecer. Todos inclinaron la cabeza con profundo respeto cuando el rey y la reina, envueltos en ropajes que les camuflaban, penetraron en la sala.
Sin preámbulos, invitaron a los demás a tomar asiento alrededor de la larga mesa que dominaba la estancia. Pronto se enfrascaron en discusiones acerca de la estrategia que seguirían en el delicado encuentro que tendría lugar al día siguiente. Conversaron hasta más allá de la medianoche, y el eco de las últimas palabras de la reina les persiguió mientras emprendían el regreso a sus hogares. “El secreto es el rey, cuidadlo”, había dicho ella. Y los catorce hombres de honor juraron dar la vida por su rey, si era necesario.
Llegó el momento de la entrevista, que se había concertado en el salón del trono. La pareja real se encontraba flanqueada por un obispo, uno a cada lado, por los dos oficiales y los dos vigilantes. El resto de su cortejo eran ocho soldados rasos que se distribuyeron inmediatamente en una ordenada fila, delante de sus monarcas y de sus superiores. Todos ellos iban ataviados con vestiduras blancas, el color del escudo real.
Poco después hacía su aparición el soberano con quien iba a reunirse. Le acompañaba su esposa la reina. Como habían supuesto, no llegaron solos. Otros catorce hombres de honor les escoltaban, exhibiendo orgullosos sus atuendos, del mismo negro azabache que el de sus monarcas. En el intervalo de un suspiro, todo ellos adoptaron las mismas posiciones que tenían sus anfitriones y su respectivo séquito, quedando enfrentados.
Los dos reyes se midieron con los ojos, y bajaron después la vista hacia el suelo de la estancia, cuyas baldosas negras y blancas exhibían un diseño simétrico. Pero ni siquiera entonces sospecharon la evidente similitud que existía entre ellos y el tablero y las fichas de cierto juego.
En su morada, los dos dioses aburridos que habían dispuesto aquel encuentro se frotaron las manos y dieron comienzo a su peculiar partida de ajedrez.

18/09/2007, 17:05

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