sábado, 17 de marzo de 2007

CCLXXX ... Escritorcillo.- Imaginering Corporation

semana: 26-1-2007
tema: El enfermo imaginario
ganador: Escritorcillo
título: "Imaginering Corporation"

El programa por ordenador era perfecto. Tu pedías la enfermedad y el programa engendraba sobre el modelo todos los síntomas de la misma a lo largo del tiempo. La prognosis, la evolución, las complicaciones, los medicamentos, todo, todo, todo. Uno de los logros de la informática aplicado directamente a la medicina. Y nos pusimos en marcha, había que convertir dicho programa en juguete. Primero, claro está, diseñamos un muñeco de goma, el clásico nenuco de cabello rubio limón y ojazos verdes como esmeraldas coaguladas, un angelito guapísimo, decía papá y mamá con una voz de crisoberilo y aguamarina que rayaba en el crimen. Luego le introducimos las sucias enfermedades. Un componente electrónico bajo su piel de goma y el muñeco vivía todas las etapas de un resfriado, echando moquitos por la nariz y poniéndose colorado y febril, de eso se encargaba el mecanismo interior, una proeza de la aeronáutica espacial aplicada al diseño industrial de juguetes. Pero luego quisimos más, no nos bastaba con un simple resfriado, queríamos algo más grandioso y espectacular, que lo mórbido resplandeciera con luz propia y que lo enfermizo brillara refulgente. Teníamos que perfeccionar el muñeco. Inventamos para él los síntomas de una rubéola, de un sarampión y de un herpes. Llegamos a realizar algo sencillamente espectacular y oprobioso, en el caso del herpes conseguimos que al muñeco se le desarrollara un herpes labial cojonudo. Los niños pequeños usaban su barrita de crema para tratar al muñequito y sus inyecciones de mentirijilla para hacerlo sanar, era algo muy bonito. En el caso de la rubéola toda la piel sintética del nenuco se cubría de ronchas rosadas, bajo la carcasa de plástico del nene artificial minúsculos circuitos distribuían ondas de pigmento que se activaban electrónicamente a voluntad del programa, era en verdad archiespectacular aquello. Pero los niños querían más, los padres querían más, la industria quería más y el World Trade Center quería, exigía más. Desarrollamos el muñeco con hepatitis y el muñeco con difteria. Pero no les bastó aquello, exigieron mucho más. Nuestros nenucones rozaron la cima de la perfección el día que introducimos en el programa la resistencia a los antibióticos. Todo fue de maravilla hasta que un día empezaron a llegar los casos a los hospitales, si el muñeco se moría algunos niños se suicidaban, fue un desastre comercial, la prensa amarilla, como escualos de ultratumba, se cebó con nosotros, la Imaginering Corporation. Pero sobrevivimos. Ahora nuestro último producto es la muñeca que se embaraza y pare. Hemos hecho un estudio de Marketing y creemos que será todo un exitazo.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.

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